La cigüeña blanca (Ciconia ciconia) es una especie de ave de gran tamaño, con plumaje blanco al nacer y con el final de las alas de color negro cuando son adultos. También a partir de esta etapa el pico y las patas se vuelven de tono rojizo. Sobre ellas recae la leyenda de ser las encargadas de llevar los recién nacidos a sus padres. Aunque se distribuyen por Europa, África y parte de Asia, el 25 % de su población se encuentra en Polonia.
Características de las cigüeñas blancas
Se caracteriza por ser un ave muy grande, ya que en su edad adulta puede alcanzar los 115 cm de longitud y un peso de hasta 4,5 kg. Esta especie no presenta dimorfismo sexual, lo que significa que machos y hembras son idénticos en forma, color y tamaño.
Las alas de esta especie son especialmente largas y anchas, lo que le permite planear de manera lenta y constante con el cuello estirado. Es una especie sociable que vive cerca del ser humano, silenciosa pero que provoca cada vez más problemas en las propias viviendas, ya que eligen los sitios altos como techos, iglesias e incluso chimeneas para formar sus nidos con el posible daño que pueden provocar, por ejemplo, al caerse el techo de una casa.
Hábitats y migración de las cigüeñas blancas
Este animal tiene una distribución dispersa pero muy amplia, pudiéndose encontrar en prácticamente toda Europa -especialmente en Polonia-, en Asia Occidental y el norte de África. Esto se debe a que son aves migratorias que durante el invierno se desplazan desde latitudes del norte donde hace más frío, a zonas más cálidas del centro y sur de África y Asia meridional. Además, viajan en grandes grupos, llegando a superar los mil ejemplares.
Sin embargo, la cigüeña sufrió una significativa disminución de su población a comienzos del siglo XIX debido a la industrialización y los cambios en los métodos de cultivo. Hoy día, gracias a los nuevos hábitos y proyectos de conservación, se está recuperando. Se estima que la población europea actual ronda entre las 180.000 y las 222.000 parejas reproductoras.
Reproducción
Una pareja de cigüeñas tiene una sola puesta al año. Normalmente de cuatro huevos, aunque se han registrado ocasiones en las que han tenido hasta siete. Una curiosidad poco conocida es que, como la mayoría de reptiles, al nacer tienen un diente en el pico para romper la cáscara del huevo y salir al exterior.
Se suele reproducir en áreas agrícolas cerca de humedales y surge después de que el macho haya elegido el nido, previamente construido. Con esto decidido, se saludan con el pico y la cabeza lo más cerca de la espalda. Tras este ritual, tiene lugar el apareamiento, el cual se da con frecuencia a lo largo del mes antes de que la hembra ponga los huevos.
Comunicación de las cigüeñas blancas
Aunque es un ave muy silenciosa, es capaz de emitir unos sonidos ásperos a modo de alarma cuando se excita, o bien como respuesta a la presencia de individuos extraños en las inmediaciones del nido. El sonido, característico de la especie, es similar al de unas castañuelas y se produce al entrechocar las mandíbulas, llamado “crotoreo”. En un ámbito relajado, se usa para saludar a su pareja.
Cigüeñas y la leyenda de los nacimientos
El principal motivo que ha hecho que esta leyenda llegue hasta nuestros días fue a raíz de un relato, titulado Las cigüeñas, escrito por el escritor Hans Christian Andersen, el cual cuenta cómo los bebés eran llevados por estos animales hasta sus padres.
Una curiosidad que ha alentado este mito es que estas aves son una especie migratoria que suele regresar cada año al mismo lugar, coincidiendo con la llegada de la primavera, época de floración y fertilidad.
También hay que destacar que son animales que viven con la misma pareja durante toda su vida y se esmeran especialmente en la construcción del nido, el cual les puede llevar años en terminarlo. Este comportamiento ha sido admirado desde la antigüedad, tanto es así que los romanos las consideraban sagradas y creían que era capaces de proteger a la mujer, a los niños pequeños y todo lo relacionado con el momento de dar a luz.
Aunque la población de cigüeñas blancas se está recuperando y actualmente no se encuentra en peligro de extinción, sí lo están otras aves como el ibis eremita (Geronticus eremita), especie que protegemos en Oasys MiniHollywood bajo el Proyecto Ibis Eremita. ¡Venga a nuestro parque temático a conocer la variedad de aves que viven aquí!